Extremadura sigue atrayendo a los profesionales de lo estético para crear sus obras representativas a lo largo del territorio. En la última década arquitectos, diseñadores y decoradores consagrados han escogido esta región como fuente de inspiración.
2023 será el año de las apuestas por las infraestructuras viarias, con un presupuesto de 30,7 millones de euros. Una ampliación de más de doce millones en un año que permitirá a los arquitectos e ingenieros de renombre dar una nueva imagen, a los deteriorados espacios viales.
Uno de los momentos más representativos de esta corriente en auge fue en el año 2004, cuando el estudio de Andrés Jaque levantó la Casa Sacerdotal Diocesana de Plasencia (Cáceres). Este abandonado seminario se relanzó como residencia para estudiantes poniendo la primera piedra de lo que surgiría como la arquitectura contemporánea española en una localidad de con casi 40.000 habitantes.
Plasencia volvería a convertirse en epicentro de este movimiento gracias a la apuesta, en 2017, de otros reconocidos arquitectos para la confección del novedoso Palacio de Congresos. Esta vez sería el turno del estudio Selgascano, los únicos representantes nacionales que participaron en el pabellón anual de la Serpentine en Londres.
La localidad cacereña siempre ha apostado por lo constructivo, consiguiendo presencia internacional en las guías de arquitectura y arte. El Museo Helga de Alvear, diseñado por el estudio Tuñón Arquitectos, obtuvo el primer premio en el certamen Architecture MasterPrize 2021 en la categoría de edificio cultural.
Entornos desconocidos que consiguen relevancia internacional gracias a la apuesta de profesionales consagrados en el sector del interiorismo y confección de espacios.
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